Comprar un inmueble en subasta se convierte en un proceso complejo con varios aspectos a tener en cuenta, pero ventajoso por el mayor atractivo del precio al que se puede adquirir el bien.

A la hora de adquirir o buscar un inmueble, son varios los factores que pueden influir en la elección del mismo. Estos factores son de gran importancia, tanto en una compra privada como en una subasta.

Hablamos, por ejemplo, del estado y características del bien – aunque los bienes estén disponibles en subasta (a través de instituciones como la Seguridad Social, Hacienda, entre otras) – es de gran importancia verificar si se encuentra en el estado adecuado o si presenta características que justifiquen el valor base presentado.

La ubicación se convierte, también, en un factor importante, ya que puede ser una forma de entender si el valor solicitado está relacionado con el lugar donde se encuentra, o si presenta irregularidades y disparidades de precio.

Se puede referir entonces que, en general, se deben considerar los mismos factores y condiciones del inmueble que se consideran en las compras privadas, sin embargo, se debe entender que en el caso de las subastas, además de estos aspectos, también se deben conocer las reglas de la subasta -que pueden variar dependiendo de la institución que la organice-, el derecho de tanteo -que puede estar relacionado con la existencia de un contrato de arrendamiento sobre el inmueble, en el que los arrendatarios tienen prioridad en caso de interés en adquirirlo- o la posible existencia de deudas tributarias que hayan sido el origen del embargo del inmueble y que puedan constituir un gasto adicional.

Una subasta puede significar una mejor oportunidad para comprar una propiedad, sin embargo, es importante tener en cuenta los aspectos físicos de la misma, así como las cuestiones financieras que pueden influir en los costes de adquisición.